REFRANERO POPULAR MADRILEÑO
Si acabas de llegar a la capital, si has nacido en Madrid, o si llevas unos años viviendo en la ciudad; seguro que has escuchado y utilizado expresiones populares cuyo significado es más o menos fácil de interpretar, pero cuya historia es más desconocida. Estas frases manifiestan consejos, enseñanzas o pensamientos propios de la cultura madrileña y generación tras generación han perdurado. Sigue leyendo este blog para conocer Madrid a través de su refranero:
Madrid, nueve meses de invierno y tres de infierno:
Hace referencia al clima extremo de Madrid con temperaturas enormemente frías en invierno y excesivamente cálidas en verano sin apenas otoño o primavera (esto es cierto, pero no atribuible a este año).
Madrid es la capital más alta de Europa, está a 650 metros sobre el nivel del mar; se encuentra en una meseta rodeada desde el suroeste hasta el noreste por la Sierra de Guadarrama que le proporciona vientos fríos en invierno que barren su contaminación, mientras que los veranos son secos y calurosos.
Prueba a realizar nuestros free tours en verano y en invierno y podrás experimentar el significado de este refrán.
San Isidro Labrador, quita el agua y saca el sol.
Se utiliza para especificar que a partir de esta fecha primaveral, las temperaturas se tornan más cálidas y la probabilidad de lluvia disminuye.

San Isidro nace en 1080 en Mayrit. Fue un labrador pobre que trabajaba de jornalero cultivando las tierras de otros como Juan de Vargas. Durante la práctica totalidad de la vida del Santo, Mayrit vivió tiempos convulsos ya que había guerras continuamente entre cristianos y árabes. Esto provoca que San Isidro se traslade a vivir a Torrelaguna dónde conoce a María Toribia, beatificada como Santa María de la Cabeza, con quién se casó y tuvo a su hijo Illán, también santo.
Siglos más tarde, el Papa Paulo V, siguiendo las normas de la Iglesia tras el Concilio de Trento, decide beatificar a San Isidro en 1619 y decretó que la fecha de su festividad fuese el 15 de mayo. En 1622 fue canonizado por Gregorio XV.
Si quieres saber acerca de los milagros de San Isidro puedes hacer nuestro free tour Madrid Básico de los Austrias.
Hasta el cuarenta de Mayo no te quites el sayo:
Significa la necesidad de guardar cerca alguna ropa de invierno ya que hasta el 9 de junio las temperaturas pueden ser cambiantes y encontrarnos con días de calor y días fríos más propios del invierno que del estío.
Es un refrán que se ha hecho popular en toda España y que se utiliza ante la necesidad de prevenir los resfriados por desabrigo en una estación tan inestable como la primavera.
Según otras fuentes, este refrán puede tener como protagonista al último de una larga fila de burdeles que se encontraba en una de las calles del Madrid del s. XVII (se piensa que puede ser la actual calle Montera).
Este lugar se llamaba el Cuarenta de Mayo y era el de mayor fama por la belleza de sus mujeres. Por lo que esta frase hecha era una forma de advertir a los señores que debían pasar de largo en los primeros de la calle y no parar hasta llegar al final dónde ya podían quitarse el sayo o la ropa.
La primera vez que se hace referencia escrita a esta expresión es en una poesía del escritor Francisco Rodríguez Marín en 1896:
Hasta el cuarenta de mayo
No te quites el sayo
Y si vuelve a llover,
Vuélvetelo a poner.
El tren de Arganda que pita más que anda:
Se utiliza para aquellas personas a las que la fuerza se les va por la boca hablando de fantasías y planes magistrales que piensan y que nunca realizan.

La puesta en marcha del tren de Arganda se remonta a 1881 cuando el ferrocarril de Madrid a Vaciamadrid comienza con las obras del que iba a ser un tren de mercancías con su última parada en Arganda del Rey para abastecer a las canteras de la zona.
El servicio se inaguró el 30 de julio de 1886 con trenes a vapor y movidos por carbón que tomaban una velocidad muy pequeña y con todos los pasos a nivel debía pitar para avisar de su acercamiento en diferentes puntos.
Se convierte en un transporte popular también para viajeros desde la estación cercana al hospital del Niño Jesús. Sin embargo, debido al auge de otros medios de transporte de viajeros como autobuses y automóviles, el 1 de abril de 1953 se puso fin al servicio de viajeros y se centró únicamente en el transporte de mercancías. En 1999 la línea puso su fin definitivo.
Gracias a la asociación Vapor Madrid y a su pasión ferroviaria, hoy podemos volver a disfrutar del Tren de Arganda que pita más que anda.
Ser más chulo que un ocho:
Se dice a alguien que cuida su forma de vestir o porque tiene un carácter insolente, vanidoso o altanero y prepotente con cierto toque de carisma, elegancia y encanto.

La línea de tranvía Nº 8 recorría Madrid desde la Puerta del Sol hasta San Antonio de la Florida circulando en la calle Preciados, Plaza de Santo Domingo, calle de Leganitos, Paseo de San Marcial y Paseo de San Antonio de la Florida. La línea era utilizada por chulapos para ir al baile cada 15 de Mayo en la Pradera de San Isidro (así es como se conoce al parque dedicado al santo). El tranvía llegaba hasta la zona del Manzanares y los vecinos de la zona fueron los que empezaron a emplear esta expresión al ver pasar estos “ochos” llenos de chulos. Con chispa y gracia enfatizaban que no pudiese existir algo con más chulería que un tranvía repleto de chulapos.
Acabó como el rosario de la aurora:
Hace referencia a un hecho o suceso que sabemos o presentimos que va a acabar mal.
Esta expresión se utiliza en toda España. Tal y como ha ocurrido con otros dichos, en la capital tenemos nuestra propia versión que dice que en Semana Santa dos cofradías, posiblemente las correspondientes a la virgen de Nuestra Señora de la Aurora y la de la Virgen del Henar, realizan su recorrido. Uno de los grupos portaba unos farolillos mientras rezaba el rosario y coinciden las dos a primera hora de la mañana en una calle estrecha. Ninguna de las procesiones estaba dispuesta a ceder el paso a la otra y los cofrades acaban peleándose y utilizando sus faroles en la disputa para ver quiénes pasaban primero.
El que no pasa por la calle de la Pasa no se casa:
Significa que para casarse, antes de existir los matrimonios civiles, los contrayentes debían acudir a la vicaría que se hallaba dentro del Palacio Episcopal, desde el siglo XVIII. Este edificio tenía su entrada por la calle de la Pasa, con lo cual era obligatorio pasar por aquí como trámite antes de la boda.

Desde el tiempo en que el infante Don Luis de Borbón y Farnesio (1727-1785), hijo de Felipe V, fue cardenal-arzobispo, se repartían uvas pasas desde el acceso del Palacio Arzobispal por la calle de la Pasa. De ahí proviene el nombre de la calle.
Posteriormente, el arzobispo se trasladó a la calle Bailén y los madrileños, en vez de olvidar este dicho, lo modifican y lo adaptan a la nueva ubicación de la vicaría:
“el que no pase por la calle Bailén, no se casará bien”
Hacer una vicalvarada:
Se utiliza para los planes que se realizan de improviso y después de su ejecución el resultado es el opuesto a lo esperado.
El hecho histórico al que alude es el alzamiento en Vicálvaro del teniente general Leopoldo O’Donnell contra el gobierno nacional el 30 de Junio de 1854. El combate se conoce como La Vicalvarada y cuyo resultado fue indeciso ya que ambos bandos se proclamaron vencedores.
Los sublevados pretendían la restauración de la milicia nacional, la supresión de la Constitución de 1845 y amnistía para los presos políticos.
Tras unos meses de convulsión política, Isabel II llama a Espartero para formar Gobierno y así comenzó el Bienio Progresista.
En el quinto pino:
Se dice de algo o alguien que se ubica muy lejos.

Durante el reinado de Felipe V se plantaron entre el Paseo del Prado y Nuevos Ministerios 5 pinos. El primero de ellos estaba cerca de Atocha. Los demás se situaban a una notable distancia unos de otros y seguían por toda la avenida hasta el punto dónde hoy en día nos encontramos con los Nuevos Ministerios, lugar donde se alzaba el quinto pino.
Los madrileños utilizaban los árboles para delimitar sus puntos de encuentro (más o menos, es lo mismo que hacemos ahora quedando en la estatua del Oso y el Madroño). Era habitual que las quedadas tuviesen lugar en cualquiera de los tres primeros pinos ya que eran los más cercanos al centro de la ciudad. El quinto, por ser el más alejado y quedar casi a las afueras de la ciudad, no era frecuentado por los viandantes. Pero, sí era el escogido por los enamorados, precisamente, para poder darse los besos y caricias que en la época estaban mal vistos que se hicieran en público.
Una segunda teoría menos conocida, aunque sí tiene más lógica que la anterior, nos habla sobre los ajusticiamientos de los reos. “El quinto pino” pudo ser una forma de referirse a los cadalsos que se situaban en los cruces de caminos, a las afueras de las ciudades, para que todos los transeúntes pudiesen ver que allí se cumplía la ley.
Tiene más salidas que la Puerta de Alcalá:
Hace referencia a alguien que tiene respuestas para todo.

La nueva Puerta de Alcalá fue mandada construir por Carlos III. Se dispuso con más arcos o salidas que la anterior. Desde esta puerta partían numerosos caminos para ir a diferentes lugares.
Si quieres obtener más información sobre la Puerta de Alcalá, puedes reservar tu free tour Básico de los Borbones.
Las calles y rincones de Madrid encierran una multitud de dichos y frases populares. Explicarlos todos en un sólo post haría que fuese demasiado largo. Pero si os habéis quedado con ganas de más, dejad vuestros comentarios y crearemos otros posts de la misma temática.
¡Hasta la próxima wakeuperos!